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Los triglicéridos son ese tipo de palabras que se suelen asociar a algo malo. En verdad, se trata de la manera más común en la que aparece la grasa. Eso vale tanto para los alimentos como para el tejido adiposo humano. Finalmente, suelen aparecer en los análisis de sangre y, como pasa con el colesterol, a nadie le conviene tener los triglicéridos altos.
Qué son los triglicéridos
Los triglicéridos (TG) son la forma habitual en la que se empaquetan las grasas. Químicamente, un triglicérido está compuesto por una molécula de glicerol que sirve de anclaje para contener tres ácidos grasos.
La mayor parte de la grasa de los alimentos aparece en forma de TG. De este modo, el aceite, la mantequilla o la manteca de cerdo están compuestos, mayoritariamente, por triglicéridos.
Otros componentes minoritarios de la grasa son los fosfolípidos y los esteroles (como el colesterol), entre otros.
Los TG también aparecen en la sangre a partir de los alimentos de nuestra dieta y de su síntesis en el hígado. Los niveles de triglicéridos pueden tener diferentes consecuencias para la salud.
Características de los triglicéridos
Los ácidos grasos que forman parte de los TG determinan muchas de sus propiedades. De este modo, la proporción de cada ácido graso y su posición dentro de la molécula determinarán las caracterísitcas físicas y químicas del triglicérido. Esto, a su vez, influirá en la repercusión de cada tipo de grasa sobre la salud.
Longitud de la cadena y grado de saturación
Una de las grandes diferencias entre diferentes tipos de TG es la longitud de cada uno de sus ácidos grasos. También es importante la presencia de dobles enlaces (insaturaciones) entre los átomos de carbono. En el caso de que una grasa contenga mayoritariamente ácidos grasos saturados en sus TG, esta será solida a temperatura ambiente.
Los tres ácidos grasos de un triglicérido pueden ser idénticos o dispares.
Triglicéridos en la sangre
Los TG, además de formar parte de los alimentos, aparecen en nuestro organismo, donde se pueden sintetizar y almacenar en el tejido adiposo.
Una pequeña porción de ellos circula por la sangre dentro de las lipoproteínas. Estas moléculas transportadoras están formadas por lípidos y proteínas.
La mayor parte de TG sanguíneos viajan dentro de los quilomicrones, las lipoproteínas encargadas de transportar los triglicéridos procedentes de los alimentos, tras su absorción en el intestino.
Otras lipoproteínas que transportan triglicéridos por la sangre son las lipoproteínas de muy baja densidad (VLDL , por sus siglas en inglés), esta vez provenientes de la síntesis hepática.
Las lipoproteínas liberan los triglicéridos en el tejido adiposo, donde se almacenan. También los puede liberar en los músculos, donde pueden servir para suministrar energía durante el ejercicio.
Triglicéridos altos
El nivel de TG en sangre es uno de los valores que aparecen en un análisis de sangre. Los triglicéridos altos determinan la aparición de una “hipertrigliceridemia”.
El nivel máximo de TG recomendado es de 150 mg por decilitro de sangre. Sin embargo, niveles de hasta 200 mg/dl pueden considerarse dentro de la normalidad. Finalmente, los niveles de TG se consideran muy altos cuando están por encima de 500 mg/dl.
Una de las principales consecuencias de tener los triglicéridos altos es el aumento del riesgo cardiovascular. Otro posible efecto de presentar unos valores altos de triglicéridos es la aparición de pancreatitis aguda.
Triglicéridos altos: causas
La mayoría de los casos de triglicéridos altos o hipertrigliceridemia están relacionados con el estilo de vida:
- Obesidad o sobrepeso.
- La diabetes y resistencia a la insulina.
- Consumo elevado de alcohol.
- Tabaquismo.
- Consumo elevado de azúcares e hidratos de carbono refinados.
- Sedentarismo.
- Algunos medicamentos, entre los que se encuentran los estrógenos, diuréticos, beta-bloqueantes, cortocoides y retinoides.
Las formas familiares o hereditarias de hipertrigliceridemia, como la hiperlipidemia familiar combinada, son las que suelen manifestarse con niveles de triglicéridos más altos. En estos casos, el riesgo de patología coronaria y de pancreatitis aguda son elevados.
Triglicéridos y colesterol altos
Tener los triglicéridos altos no tiene por qué estar asociado a tener el colesterol alto.
Por otro lado, el papel de los TG en el desarrollo de arteriosclerosis es mucho menor que el del colesterol.
Existen casos en los que aparecen elevados los TG y el colesterol al mismo tiempo. Esto puede deberse a casos de obesidad y exceso de peso o a la concurrencia de una enfermedad genética como la hiperlipidemia familiar.
Cómo reducir los niveles de triglicéridos en sangre
Los cambios en los hábitos de vida pueden determinar una reducción efectiva de los niveles de TG en sangre, incluyendo las siguientes actuaciones:
- Disminución del peso corporal.
- Disminución en la ingesta de alcohol.
- Dejar de fumar.
- Aumentar los niveles de actividad física.
- Limitar el consumo de hidratos de carbono refinados y azúcares.
En el caso de enfermedad genética, será necesario el tratamiento farmacológico para disminuir los niveles de triglicéridos en sangre de forma más efectiva.
Triglicéridos altos: síntomas
Los niveles elevados de triglicéridos no suelen presentarse con síntomas, por lo que el diagnóstico de hipertrigliceridemia se suele producir tras una analítica rutinaria. En casos de niveles muy elevados de triglicéridos pueden aparecer lo síntomas asociados a la pancreatitis aguda. Entre estos, destacan el dolor abdominal, la fiebre y los vómitos.
Epidemiología de la hipertrigliceridemia
Existen escasos estudios en España sobre población con TG elevados.
Por otro lado, algunos estudios señalan que cerca del 30 % de la población estadounidense presenta niveles de triglicéridos superiores a 150 mg/dl. En nuestro país, un estudio que valoraba las analíticas de trabajadores situaba esta prevalencia en el 16 % de una muestra de 600.000 trabajadores, mayoritariamente hombres.
Triglicéridos de los alimentos
Los triglicéridos forman parte mayoritaria de la grasa presente en los alimentos. Su manipulación y modificación son prácticas habituales en la industria alimentaria, con el fin de conseguir alimentos con características específicas.
Hidrogenación de las grasas
La hidrogenación de las grasas es una técnica cada vez más en desuso. Consiste en transformar ácidos grasos insaturados en saturados. De este modo, a partir de aceites líquidos, pueden lograrse grasas solidas. Es el caso de la margarina. El inconveniente de esta tecnología es la formación de ácidos grasos trans, el tipo de grasa más perjudicial para la salud cardiovascular.
Transesterificación de las grasas
Para determinar las características de una grasa es importante la cantidad de los diferentes ácidos grasos que forman sus triglicéridos. También es importante su posición dentro del triglicérido. Esta característica es específica para cada tipo de grasa y puede utilizarse para detectar fraudes.
Por otro lado, según la posición de los diferentes ácidos grasos saturados, monoinsaturados o poliinsaturados dentro del triglicérido, la grasa será sólida o liquida. Esta característica se modifica a nivel industrial por medio de la transesterificación. Este método consiste en la distribución de ácidos grasos en el triglicérido siguiendo un patrón determinado. De este modo, una margarina confeccionada con aceite de semillas puede ser sólida a temperatura ambiente.