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El cáncer de colon o cáncer colorrectal es el tipo de cáncer con mayor incidencia en España. En el año 2017 afectó a cerca de 35.000 nuevas personas, tanto hombres como mujeres. Se trata del segundo tumor que causa más muertes.
Este tipo de cáncer se puede curar en el 90 % de los casos si se consigue diagnosticar en fases tempranas, por lo que la mayoría de pacientes sobreviven más de cinco años desde el diagnóstico.
Las pruebas periódicas de revisión de la población sana o cribado se han mostrado útiles para el diagnóstico precoz del cáncer de colon y su curación.
Síntomas de cáncer de colon
Es complicado hacer un diagnóstico precoz del cáncer colorrectal, ya que tarda en producir síntomas. Habitualmente se desarrolla en el intestino grueso a partir de un pólipo benigno, pero se transforma en canceroso después de unos 10 años de crecimiento.
Los primeros síntomas suelen aparecer cuando el tumor ya ha alcanzado cierto tamaño. Algunos síntomas pueden hacer sospechar, aunque podrían deberse a otras causas:
- Sangrado en las heces.
- Cambios en la frecuencia y consistencia de las deposiciones.
- Existencia de una masa abdominal.
- Cansancio, anemia, pérdida de peso y apetito.
- Estreñimiento que previamente no se presentaba.
- Dolor o molestias abdominales.
Cáncer de colon: cuándo acudir al médico
Los síntomas del cáncer colorrectal pueden confundirse con los de otras dolencias. Habría que acudir al médico cuando aparece alguno de los siguientes signos de alarma:
- Rastros de sangre o moco en las heces. De hecho, siempre que haya sangrado por el ano o en las heces debe consultarse con el médico. En la mayoría de los casos se tratará de un problema de menor gravedad, como hemorroides o una fisura anal.
- Trastornos de tránsito intestinal, tales como diarrea persistente sin causa aparente, estreñimiento súbito, o la alternancia de ambos.
- Dolor abdominal inexplicable.
- Continuo deseo de defecar sin necesidad.
- Alteración del estado general, sin ninguna causa conocida, que genere cansancio, pérdida de apetito, pérdida de peso…
Diagnóstico de cáncer de colon
Ante la sospecha de cáncer colorrectal, el médico llevará a cabo un examen clínico. Se realizará una exploración del abdomen y del recto, por medio de un tacto rectal.
La detección de sangre oculta en las heces es otra de las pruebas que permiten llegar al diagnóstico. Esta se puede llevar a cabo por medio de diferentes pruebas, como el test inmunofecal.
Test inmunofecal
El test inmunofecal es un tipo especial de examen de sangre oculta en las heces. Está diseñado para detectar exclusivamente la sangre humana, a diferencia del test clásico, que puede reaccionar ante residuos procedentes de la alimentación. Además, requiere de una menor muestra de las heces.
Test de la septina 9
La septina 9 es un marcador tumoral que aparece en la mayoría de tumores de colon y recto. La prueba consiste en su identificación a partir de una muestra de sangre.
Colonoscopia
La colonoscopia es la prueba definitiva. En ella se introduce por el ano un tubo largo y flexible con una cámara para examinar el interior del colon. En el mismo proceso se pueden eliminar los pólipos detectados que podrían ser precancerosos y tomar muestras para biopsia.
La prueba se suele llevar a cabo con sedación y precisa de la limpieza previa del intestino mediante una dieta específica.
Una variante más simple que la colonoscopia es la sigmoidoscopia, que se limita al examen del recto y al último tramo del intestino grueso.
Cuándo hacerse las pruebas para la detección del cáncer de colon
En el caso del cáncer de colon, el beneficio en el diagnóstico precoz es tan importante que existe un amplio consenso en cuanto a necesidad de pruebas de cribado o screening. Estas pruebas tienen como objetivo la búsqueda de cáncer en personas sanas mediante programas de revisión de la población.
El cribado de cáncer de colon se recomienda para personas de entre 50 y 69 años.
En personas sin antecedentes familiares el cribado debería iniciarse a los 50 años de edad, mediante un test de detección de sangre oculta en heces cada año. También se puede realizar una sigmoidoscopia cada 5 años o una colonoscopia cada 10 años.
En personas menores de 50 años con antecedentes familiares de pólipos o de cáncer colorrectal, el cribado incluye una colonoscopia cada 5 años desde los 40 años de edad.
Los pacientes con cáncer colorrectal hereditario, colitis ulcerosa o enfermedad de Crohn, deberán ser sometidos a un seguimiento especial.
Antes de los 50 años no está indicado el cribado, a no ser que existan antecedentes familiares. Sin embargo, las guías actualizadas de la American Cancer Society recomiendan adelantar el screening a partir de los 45 años en pacientes sin antecedentes. También sugieren que las pruebas se alarguen en pacientes mayores de 75 años, en función de su esperanza de vida y su historial médico. Quizás estas nuevas recomendaciones americanas se extiendan a nuestro entorno.
Tratamiento del cáncer de colon
Una vez establecido el diagnóstico, el tratamiento del cáncer de colon incluirá, muy probablemente, la cirugía. También se suele incluir en el tratamiento la quimioterapia o radioterapia.
En una fase precoz del cáncer se procederá a la extirpación de la parte del intestino afectada, volviéndose a unir los extremos seccionados. Si esto no es posible, se realizará una derivación o “neoboca” hacia fuera del cuerpo, lo que se conoce como colostomía. De este modo, las heces se recogerán en una bolsa en la zona exterior.
El tratamiento exacto dependerá de cada caso, del volumen y extensión del tumor y de si se han sobrepasado los límites intestinales.
Prevención del cáncer de colon
Existen elementos no controlables por el paciente relacionados con el cáncer de colon. Es el caso de los factores genéticos, la presencia recurrente de pólipos intestinales o padecer una enfermedad inflamatoria intestinal.
Sin embargo, existen otros elementos controlables relacionados con la prevención del cáncer de colon. Se conocen diversos factores que pueden aumentar el riesgo de desarrollar cáncer de colon y otros disminuirlo y que están relacionados con los hábitos de vida.
Aumento del riesgo de cáncer colorrectal
Algunos hábitos, como el consumo de determinados alimentos, pueden suponer un aumento en el riesgo de padecer cáncer de colon y recto:
- El consumo elevado de carnes rojas y procesados cárnicos.
- El consumo habitual de alcohol.
- El tabaquismo se relaciona con la aparición de tumores benignos que pueden transformarse posteriormente en malignos.
- El sobrepeso y la obesidad. Un mayor IMC se relaciona con un mayor riesgo.
Disminución del riesgo de cáncer de colon
En los estudios observacionales se identifican algunos factores relacionados con un riesgo disminuido de cáncer colorrectal. Entre ellos destacan:
- El consumo elevado de frutas, verduras, legumbres y alimentos ricos en fibra.
- El consumo de alimentos ricos en calcio.
- La actividad física habitual.
Estos factores no solo contribuirán a disminuir el riesgo de padecer cáncer de colon, sino que también supondrán un beneficio para la salud cardiovascular y la salud en general.