TDAH: déficit de atención e hiperactividad en niños

Qué es el TDAH

El TDAH (trastorno de déficit de atención e hiperactividad) o ‘hiperactividad infantil’ es un trastorno cuyas causas se desconocen hasta la fecha. Ofrece un abanico de síntomas variables, pudiéndose manifestar con déficit de atención o con grandes dosis de impaciencia, impulsividad e inquietud.

El diagnóstico y el tratamiento del TDAH son a menudo controvertidos. No en vano, los síntomas de este trastorno tienen una gran repercusión en múltiples aspectos de la vida del niño, como sus emociones, su comportamiento, su rendimiento académico y en su interacción social.

Uno de los cometidos principales del médico en relación con el TDAH es proporcionar toda la información sobre la enfermedad a la familia y al niño. Esto les ayudará a tomar decisiones motivadas y poder establecer unos objetivos claros y un tratamiento adecuado.

A cuántos niños afecta el TDAH

Los diagnósticos por TDAH han aumentado de forma considerable en los últimos tiempos. De un 2 a un 5 % de la población infantil podría identificarse con los síntomas del TDAH.

Cada caso de trastorno de hiperactividad es todo un reto para los padres, especialmente si no se establece un diagnóstico adecuado con rapidez y no se acierta con el tratamiento, lo que suele ocurrir con frecuencia.

Diagnóstico del TDAH en niños

El diagnóstico del TDAH comienza con el estudio del historial del paciente, su observación clínica y el examen físico. Hasta la fecha, las pruebas de neuroimagen para el diagnóstico de TDAH no han mostrado ser concluyentes.

El diagnóstico del TDAH incluye la identificación de los síntomas de hiperactividad, impulsividad y falta de atención. Los últimos se pueden corresponder con un patrón diferenciado, si bien muchos niños presentan rasgos combinados, lo que dificulta el diagnóstico.

Es un hecho significativo que los criterios diagnósticos se han modificado a lo largo del tiempo. Esto determina que en la actualidad sea más sencillo diagnosticar a un niño de TDAH que hace unos años.

Síntomas del TDAH

Hiperactividad e impulsividad

En general, los síntomas de hiperactividad tienen lugar a edades tempranas. Estos incluyen inquietud, impaciencia, impulsividad y tendencia a entrometerse en lo que hacen otros. Se trata de niños muy habladores e incapaces de jugar tranquilos.

La impulsividad durante la adolescencia les puede llevar al abuso del alcohol y otras sustancias adictivas.

Déficit de atención

El déficit de atención lleva a que el niño no esté nunca atento (ni en clase ni fuera de ella). Su velocidad de procesamiento cognitivo y de respuesta está disminuida. Es incapaz de cumplir órdenes múltiples.

Tratamiento del TDAH

El TDAH es un trastorno controvertido, entre otras cuestiones, debido a que los diferentes tratamientos crean discrepancias entre el médico, los padres y los educadores.

El tratamiento puede incluir intervenciones comportamentales, tratamiento farmacológico, intervenciones a nivel educativo en la escuela, o intervenciones psicoterapéuticas. El tratamiento debe ser específico en función de la edad y de las características del niño.

En las decisiones sobre el tratamiento se debería incluir siempre al niño y a los padres. Entre todos se deben evaluar los riesgos y beneficios de cada opción terapéutica.

Intervenciones de comportamiento

Las intervenciones comportamentales incluyen modificaciones en el entorno del niño. Los cambios en su comportamiento se buscarán por medio de recompensas y consecuencias no punitivas.

Algunas pautas sencillas incluyen:

  • Establecer una agenda diaria.
  • Minimizar las posibles distracciones.
  • Establecer zonas para hacer deberes, jugar y para el resto de actividades.
  • Establecer unos objetivos alcanzables.
  • Recompensar el comportamiento positivo.
  • Limitar las opciones de elección.
  • Buscar actividades en las que el niño pueda tener éxito.
  • Poner en práctica rutinas relajadas.

Medicamentos para el TDAH

Los medicamentos han mostrado cierto grado de eficacia en los síntomas a corto plazo, pero sin continuidad en el tiempo. Por ello, algunos consideran su uso de forma excepcional.

Sin embargo, en la práctica, el tratamiento con fármacos es una terapia muy difundida.

Fármacos psicoestimulantes

Dentro de los fármacos estimulantes, el metilfenidato es el tratamiento farmacológico de elección para el TDAH.

Se trata de un estimulante derivado anfetamínico que actúa aumentando la dopamina en varias partes del cerebro implicadas en la atención, incidiendo también sobre la hiperactividad.

En cuanto a las evidencias, un reciente meta-análisis señala que el metilfenidato mejora los síntomas del TDAH. También mejora el comportamiento general según los profesores de los niños tratados, además de su calidad de vida, según los padres. Sin embargo, la baja calidad de los estudios llevados a cabo no permite establecer conclusiones definitivas sobre la magnitud de los efectos. Además, los efectos adversos que se han podido observar a corto plazo incluyen insomnio y disminución del apetito, lo que podría tener una repercusión sobre el crecimiento del niño.

Fármacos no estimulantes

La atomoxetina es un medicamento no anfetamínico de primera elección en pacientes con TDAH, tanto niños, como adolescentes y adultos. Aumenta la noradrenalina, el neurotransmisor cerebral que regula los niveles de la atención, impulsividad y actividad. Puede causar problemas cardiovasculares como principales efectos adversos.

Los antidepresivos tricíclicos se sitúan como medicamentos de segunda línea, que suelen utilizarse cuando fallan los anteriores.

TDAH en edad preescolar

Para los niños de 4 y 5 años se recomiendan las terapias comportamentales. Los fármacos deberían prescribirse de forma muy excepcional.

TDAH en la etapa escolar

Para la mayoría de niños de 6 años en adelante y adolescentes que cumplen el criterio diagnóstico, se les suele indicar el tratamiento farmacológico inicial combinado con terapia comportamental.

TDAH y dieta

La influencia de la dieta sobre la atención y la hiperactividad es un tema controvertido. Por ejemplo, la presencia de determinados aditivos podría incidir en el comportamiento de algunos niños. Otros temas que relacionan la dieta y el TDAH que todavía no han podido ser aclarados incluyen el consumo de azúcar, los niveles de ácidos grasos esenciales y las deficiencias de algunos minerales como el hierro y el zinc.

Otros factores

La aparición del TDAH se ha relacionado con otros factores como el nacimiento prematuro y un bajo peso al nacer. También se han relacionado el traumatismo craneal en la infancia y la exposición del feto a antidepresivos, tabaco y alcohol durante la etapa de gestación.

TDAH en adultos

El hecho de que se considere desde hace poco el TDAH como una patología crónica, determina que se contemple también durante la etapa adulta.

Sin embargo, muchos de los adultos a los que se les diagnostica el TDAH no habían sido diagnosticados de niños. Muy frecuentemente, presentan otras patologías psiquiátricas, como trastornos del estado de ánimo, depresión, ansiedad y problemas de adicción.

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