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Un estudio publicado recientemente en la revista Nature Communications relaciona una ingesta elevada de flavonoides con una menor mortalidad, especialmente en fumadores y bebedores.
Qué son los flavonoides y dónde encontrarlos
Los flavonoides son un tipo de polifenoles antioxidantes presentes en alimentos vegetales como frutas, verduras, chocolate negro, vino tinto y té.
Se pueden diferenciar seis clases diferentes de flavonoides a partir de su estructura química: flavonoles, flavan-3-oles, flavanonas, flavonas, antocianinas e isoflavonas. Sus diferencias estructurales pueden determinar variaciones en su metabolismo y bioactividad, lo que puede repercutir en sus efectos sobre la salud.
Flavonoides y reducción de la mortalidad
Los estudios precedentes muestran que mayores ingestas de flavonoides se relacionan con un menor riesgo de mortalidad total, mortalidad cardiovascular y mortalidad por cáncer. En este sentido, este es el primer estudio observacional que muestra que esta asociación se cumple con los diferentes tipos de flavonoides por separado.
Además, se trata de un estudio en el que se incluyó un elevado número de participantes y en el que se produjeron un gran número de eventos. Por otro lado, se llevó a cabo una pormenorizada estimación de la ingesta de flavonoides.
Finalmente, la alta prevalencia de tabaquismo y consumo de alcohol de los participantes ha permitido estudiar en profundidad esta circunstancia.
Características del estudio
El nuevo estudio fue llevado a cabo por investigadores de diferentes centros de investigación de Dinamarca, Australia e Irlanda. El principal objetivo era analizar la asociación entre el total de flavonoides ingeridos (y los diferentes subtipos) y la mortalidad total, cardiovascular y la relacionada con el cáncer. Para ello, utilizaron datos de una cohorte danesa que incluía un total de 56.048 participantes.
Participantes del estudio
Los participantes tenían una media de edad de 56 años al comienzo del estudio. 14.083 de ellos murieron a lo largo de los 23 años de seguimiento.
Por otro lado, de los 52.492 participantes sin patologías cardiovasculares previas, 4.065 murieron de enfermedad cardiovascular. De igual modo, de los 55.801 participantes sin cáncer al inicio, 6.299 murieron de algún tipo de cáncer.
Finalmente, en el estudio se tuvieron en cuenta todas las características de salud, socio-demográficas y dietéticas de los participantes, que fueron estratificados en función de la cantidad de flavonoides que consumían.
Resultados del estudio
Los participantes clasificados en los quintiles 2 y 3 de ingesta (con un consumo estimado medio de 320 y 494 mg de flavonoides al día, respectivamente) presentaban un menor riesgo de mortalidad total [HR (95% CI), Q2: 0,88 (0,85-0.91) y Q3: 0,83 (0,80-0,86)], es decir, hasta un 17 % menos de riesgo de mortalidad.
De este modo, el riesgo de mortalidad total y mortalidad cardiovascular disminuía conforme aumentaba la ingesta de flavonoides. A partir de 500 mg al día no se obtenían beneficios añadidos. Ese máximo umbral fue mayor para la mortalidad por cáncer, situándose en torno a 1.000 mg al día.
Mayor reducción de la mortalidad en fumadores y bebedores
La ingesta total de flavonoides se relacionó con una menor mortalidad total y por causas específicas de forma más acentuada en los fumadores. De igual modo, la asociación también fue más fuerte en aquellos participantes que consumían más de 20 g de alcohol al día. Estos beneficios aumentaban con dosis de hasta 1.000-2.000 mg de flavonoides al día.
En este sentido, fumar tabaco y consumir alcohol son factores de riesgo carcinogénico. De igual modo, se han mostrado como hábitos perjudiciales para la función endotelial, la presión sanguínea, los mecanismos de la inflamación, los lípidos sanguíneos, la función plaquetaria y la trombosis.
De este modo, existe una creciente evidencia sobre los efectos inhibitorios de los flavonoides frente al crecimiento de células cancerígenas y frente algunos de los citados factores relacionados con una mortalidad temprana. Esto podría explicar la fuerte asociación observada en fumadores y bebedores.
En cualquier caso, incluso con un alto consumo de flavonoides, estos individuos presentan un riesgo mucho mayor de mortalidad temprana, por lo que se hace ineludible incidir en esos hábitos de riesgo.
En definitiva, estos hallazgos subrayan el potencial de la dieta para la prevención y mejora de la salud. Por ejemplo, asegurando una adecuada ingesta de alimentos ricos en flavonoides, particularmente en las poblaciones que presenten un mayor riesgo.
Otros factores
En cuanto a otros factores, el estudio mostró que la relación entre los flavonoides y la disminución de la mortalidad fue menor en personas con obesidad (IMC >30).
Sin embargo, otros factores como el sexo, el nivel de actividad física y la presencia de diabetes no influyeron en la asociación.
Cuántos flavonoides tomar
Como se ha comentado, el consumo de cada tipo de flavonoide por separado se relacionó con la disminución de la mortalidad. Esto sugiere un efecto sumatorio entre ellos.
En cuanto a la cantidad de flavonoides, el consumo diario de una taza de té, una manzana, una naranja, 100 g de arándanos y 100 g de brócoli podrían proporcionar todos los tipos de flavonoides en una cantidad total por encima de 500 mg. Esta es la cantidad que se relaciona con una menor mortalidad total.
Por otro lado, en la población del estudio las principales fuentes de flavonoides fueron el té, el chocolate, el vino, las manzanas y las peras.
De este modo, a partir de las tablas de contenido de flavonoides de los alimentos se pueden llevar a cabo estimaciones para calcular la ingesta diaria. Por ejemplo, en los siguientes alimentos encontramos:
- Una taza de té negro – 240 mg de flavonoides.
- Una manzana – 50 mg.
- Una naranja – 150 mg.
- 100 g de arándanos – 180 mg.
- Una berenjena con piel – 250 mg.
- Una cebolla roja – 300 mg.
- Una onza de chocolate negro – 15 mg.
- Una copa de vino tinto (uva syrah) – 170 mg.
- 10 g de perejil – 500 mg.
- Un plato de judías negras o frijoles – 50 mg.
Grado de evidencia y recomendaciones a partir del estudio
La investigación que hemos analizado se basa en un estudio observacional (estudio de cohortes) de alta calidad en el que se han controlado los posibles factores de confusión. El número de participantes es elevado y el número de eventos registrados también lo es.
Sin embargo, entre las debilidades del estudio se cuentan la cuestionable adjudicación clínica de las causas de muerte y la excesiva homogeneidad de la población del estudio que podría cuestionar su extrapolación.
El nivel de evidencia derivado de las características del estudio y al tratarse de un estudio observacional nos sitúa en un segundo escalón: 2++ o nivel 4. Esto determina un grado de recomendación B.
En cualquier caso, el consumo de frutas y verduras (las principales fuentes alimentarias de flavonoides) se viene asociando desde hace tiempo con un menor riesgo de patologías cardiovasculares, cáncer y mortalidad total, por lo que recomendar un consumo elevado nunca será una mala recomendación.