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La bronquiolitis es la infección del tracto respiratorio inferior más común en niños menores de un año. Determina la inflamación de los bronquiolos, las ramificaciones pulmonares menores que parten de los bronquios. A menudo, conlleva la hospitalización del bebé (supone hasta el 18 % de todas las hospitalizaciones pediátricas), por lo que suele ser una patología pediátrica de especial preocupación para los padres.
Qué es la bronquiolitis
La bronquiolitis es una infección causada por virus que afecta al tracto respiratorio inferior. Se caracteriza por inflamación aguda, edema y necrosis de las células epiteliales de los bronquiolos más pequeños. También se produce hipersecreción de moco.
El término bronquiolitis implica, por definición, la inflamación de los bronquiolos (las ramificaciones menores de los bronquios). El diagnóstico de la enfermedad se establece a partir de la historia clínica y los síntomas del bebé.
Epidemiología de la bronquiolitis
La enfermedad afecta anualmente al 10 % de los lactantes. Durante el primer año de vida, la tasa de ingreso hospitalario se sitúa entre el 2 y el 5 % y sigue creciendo. De todos los ingresos, cerca del 10 % requerirán el ingreso en la UCI pediátrica (unidad de cuidados intensivos pediátricos).
Existen discrepancias en cuanto a la propia definición de la enfermedad. Las diferentes autoridades médicas pediátricas manejan definiciones ligeramente distintas. En este sentido, las sociedades médicas europeas establecen un diagnóstico de bronquiolitis cuando acontece solo la primera infección dentro de los primeros 12 meses del bebé. Por el contrario, las guías americanas definen la enfermedad en niños de hasta 24 meses, sin restringirlo al primer acceso. En España también se incluyen los casos de bebés hasta 24 meses de edad.
Bronquiolitis aguda: causas
La bronquiolitis está causada por una infección vírica, principalmente el virus respiratorio sincitial (VRS). Sin embargo, los avances en los métodos de diagnóstico han permitido la identificación de otros virus como agentes causantes de la bronquiolitis. Se incluyen aquí los virus influenza, parainfluenza, adenovirus, metapneumovirus, rhinovirus, enterovirus y bocavirus. También puede causar bronquiolitis la bacteria Mycoplasma pneumoniae.
Es importante destacar la alta frecuencia de coinfecciones entre virus y la frecuente asociación entre el VRS y neumococo.
Síntomas de bronquiolitis
La presentación clínica de la bronquiolitis puede variar mucho de un caso a otro y determinará el desarrollo de secuelas a largo plazo en algunos niños. De este modo, la bronquiolitis se puede presentar como una enfermedad con diferentes grados de gravedad. Se puede llegar a requerir la administración de oxígeno, la aplicación de respiración artificial o el ingreso en la UCI pediátrica.
Antes de que la bronquiolitis se manifieste, se suele producir durante 1-3 días malestar en el tracto respiratorio superior (obstrucción nasal, rinitis, tos, etc.).
Posteriormente, aparecen los propios síntomas de la bronquiolitis:
- Sibilancias (sonido agudo al paso del aire por los conductos respiratorios).
- Crepitaciones al auscultar.
- Incremento del esfuerzo respiratorio caracterizado por taquipnea (aumento de la frecuencia respiratoria e irritación nasal).
- Un síntoma poco frecuente que se puede producir es la apnea. Esta se produce con la interrupción momentánea de la respiración, que puede alcanzar al 5 % de los niños ingresados por bronquiolitis.
Bronquiolitis: tratamiento
La controversia sobre el tratamiento de la bronquiolitis aguda determina una gran variabilidad en la manera de abordar la patología por los diferentes profesionales sanitarios.
En cualquier caso, el tratamiento de la bronquiolitis se basa fundamentalmente en medidas de apoyo o de soporte, no siendo necesario el uso de fármacos de forma rutinaria.
Tratamiento con oxígeno en problemas respiratorios
La bronquiolitis del bebé en ocasiones puede interferir en los niveles de saturación de oxígeno normales en sangre.
Los bebés con bronquiolitis presentan una producción de mucosidad elevada que puede invadir los conductos bronquiolares. Además, las pequeñas vías aéreas y los alveolos en desarrollo presentan un mayor riesgo de colapso. Esto genera una descompensación respiratoria que lleva a la hipoxemia (niveles reducidos de oxígeno). Por ello, cuando el grado de saturación de oxígeno cae por debajo del 92-90 %, la suplementación de oxígeno se hace necesaria.
También puede ser de ayuda la succión de las fosas nasales para mejorar el tránsito en las vías respiratorias y la nebulización con soluciones salinas.
Tratamiento postural en el bebé
El tratamiento postural incluye la elevación de la cabecera de la cuna para propiciar una respiración más efectiva.
Estado nutricional y de hidratación
Uno de los objetivos secundarios pero fundamental durante el tratamiento de la bronquiolitis aguda es mantener un adecuado estado nutricional del bebé mediante el suministro adecuado y pautado de alimentos y agua.
Tratamiento con medicamentos
No existe una evidencia sólida que apoye la administración sistémica de corticoides o adrenalina para el tratamiento de la bronquiolitis. Sin embargo, su uso puede estar recomendado al comienzo del tratamiento, especialmente en casos de historia familiar atópica, de asma o eczema.
Antibióticos para la bronquiolitis
En general, se observa un uso inadecuado de los antibióticos en la práctica clínica en el tratamiento de la bronquiolitis. Hay que recordar que la bronquiolitis está causada mayoritariamente por un virus. Los casos en los que existe una coinfección bacteriana (en los que los antibióticos sí podrían jugar un papel efectivo) son excepcionales.
Prevención con palivizumab
El palivizumab es capaz de neutralizar el virus respiratorio sincitial y disminuir la tasa de hospitalización. Por su elevado precio y complicada administración su uso debe restringirse a poblaciones con alto riesgo de enfermedad grave.
Factores de riesgo de la bronquiolitis
Se puede apreciar una marcada estacionalidad de los casos de bronquiolitis aguda. Suele ser más común que se produzcan en los meses más fríos del año, de noviembre a marzo.
La edad del bebé cuando aparece la bronquiolitis es un factor importante en cuanto a la gravedad de la enfermedad. En general, los niños de menor edad presentarán un mayor riesgo de que la bronquiolitis sea grave. Por el contrario, los niños mayores tendrán un riesgo más elevado de que la enfermedad progrese a otras patologías respiratorias crónicas como el asma.
Factores de riesgo para la bronquiolitis
La lactancia materna, por sus múltiples beneficios, incluyendo la inmunidad del bebé, se ha visto como un método sencillo y efectivo para reducir las hospitalizaciones por infecciones respiratorias.
La dieta de la madre durante el último trimestre de embarazo es otro de los factores que se han asociado con infecciones graves del tracto respiratorio. De este modo, una ingesta elevada de azúcares e hidratos de carbono de rápida asimilación o el alcohol se asocian con un mayor riesgo.
El humo del tabaco también puede ser un factor negativo durante el embarazo.
Otro factor que se relaciona con una mayor frecuencia de bronquiolitis es la vitamina D. Los niveles adecuados de esta vitamina en la madre durante el embarazo y del niño en sus primeras etapas podría ser un factor beneficioso.