Análisis de sangre: hormonas tiroideas

Las hormonas tiroideas están dentro de los elementos que se pueden evaluar con un análisis de sangre.

De este modo, las pruebas hormonales tiroideas permiten evaluar el funcionamiento de la tiroides, una glándula localizada por debajo de la laringe y delante de la tráquea, que produce hormonas cruciales en el control del metabolismo.

Qué son las hormonas tiroideas

Las hormonas tiroideas son sustancias de naturaleza hormonal que modulan el metabolismo y tienen una incidencia directa sobre el gasto calórico y multitud de factores asociados, como el aumento de peso, etc.

En el análisis de sangre se suelen medir los niveles de T3 (triyodotironina) y de T4 (tiroxina). La mayor parte de estas hormonas tiroideas circula en la sangre unida a proteínas transportadoras. Solo una fracción circula de forma autónoma, la fracción libre. Es esta fracción libre la que actúa sobre los tejidos y órganos del organismo.

Funcionamiento de la glándula tiroides

Al igual que sucede con otras glándulas endocrinas del cuerpo, el funcionamiento de la glándula tiroidea está regulado a su vez por la hipófisis, una glándula situada debajo del cerebro, que produce la hormona estimulante de la tiroides (más conocida por su acrónimo inglés, TSH). 

Cuando la tiroides produce pocas hormonas, la hipófisis fabrica más TSH para estimular su funcionamiento. Inversamente, cuando la tiroides produce una cantidad excesiva de hormonas, la hipófisis libera menos TSH. Este modo de regulación o retroalimentación es característico de los sistemas hormonales. Conocer los niveles de hormonas tiroideas y de TSH permite, de esta forma, tener una idea bastante aproximada del funcionamiento de la glándula tiroides.

Niveles de hormonas tiroideas

Se consideran normales niveles de T3 total entre 70 y 190 ng/dL (nanogramos/decilitro) y de T4 total entre 5 y 12 µg/dL (microgramos/decilitro).

Hipertiroidismo

Cuando las hormonas tiroideas son producidas en cantidad excesiva aparece el hipertiroidismo. De este modo, en el análisis aparecerán niveles elevados de hormonas tiroideas.

El hipertiroidismo se caracteriza por una aceleración del metabolismo. Entre las posibles causas están la enfermedad de Graves (enfermedad autoinmune), los nódulos tiroideos hiperfuncionantes y la tiroiditis (enfermedades inflamatorias del tiroides).

Hipotiroidismo

Por el contrario, cuando las hormonas tiroideas son producidas en cantidad insuficiente, tiene lugar la aparición del hipotiroidismo.

Los niveles bajos de hormonas tiroideas se caracterizan por una disminución del metabolismo. Puede ser debido, por ejemplo, a la tiroiditis de Hashimoto (enfermedad autoinmune), o la lesión de la tiroides por cirugía o radioterapia. A nivel mundial, la primera causa de hipotiroidismo es la deficiencia grave de yodo, pero en los países desarrollados es poco frecuente.

Epidemiología del hipotiroidismo e hipertiroidismo

A nivel global, algunas estimaciones señalan una prevalencia de hipertiroidismo que va del 0,2 % al 1,3 % de la población, en regiones no deficitarias en el consumo de yodo. De igual modo, la prevalencia de hipotiroidismo se estima entorno al 1-2 %.

TSH alto

Los valores normales de TSH oscilan entre 0,4 y 5 mUI/L (miliunidades internacionales/litro). Una elevación de la TSH indicará que existe un hipotiroidismo primario, en el que la glándula tiroides no fabrica suficientes hormonas, por lo que la glándula hipófisis produce un exceso de TSH para revertir esa situación.

Por el contrario, un descenso de la TSH será la expresión de un hipertiroidismo primario.

No obstante, los valores alterados de TSH se deben interpretar conjuntamente con las hormonas tiroideas y en el contexto de cada paciente.

Alteración de la hipófisis

Aunque es menos frecuentemente, se puede producir una alteración en el funcionamiento de la glándula hipófisis, en cuyo caso las hormonas tiroideas variarán en paralelo a la TSH.

Por otra parte, ciertas situaciones fisiológicas o el tratamiento con algunos medicamentos pueden alterar levemente los niveles plasmáticos de estas hormonas sin que ello signifique necesariamente la presencia de enfermedad.

Anticuerpos antitiroideos

Un último análisis que puede realizarse en relación con la función tiroidea es la medición de los denominados anticuerpos antitiroideos, que el propio organismo fabrica contra la glándula tiroides en caso de enfermedades autoinmunes.

Se trata de un tipo de análisis diferente al de las hormonas. La presencia de estos anticuerpos puede indicar una enfermedad autoinmune, como la enfermedad de Graves o la tiroiditis de Hashimoto. 

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