Análisis de sangre: glucosa y lípidos

Un análisis de sangre incluye varias partes que serán solicitadas por el médico en función de sus sospechas y los parámetros bioquímicos que quiera valorar. Además del hemograma en el que se evalúan las células sanguíneas, existen otros parámetros como los niveles de glucosa y los lípidos sanguíneos.

Glucosa en sangre

Los niveles de glucosa en sangre o glucemia es una de las valoraciones más habituales dentro del análisis de sangre. Permite detectar situaciones de hiperglucemia o hipoglucemia y diagnosticar una posible diabetes. Se lleva a cabo a través del análisis de una única muestra de sangre recogida en ayunas.

Prueba de tolerancia oral a la glucosa

Para valorar una posible diabetes es común la prueba de tolerancia oral a la glucosa. Esta prueba consiste en la medición de la glucemia después de ingerir una cantidad elevada de glucosa. Después, se efectúan nuevas extracciones de sangre cada 30 minutos, hasta un tiempo total de 3 horas. Normalmente, los valores de glucosa alcanzan su máximo al cabo de 1 hora, tras la que comienzan a descender.

Algunas circunstancias que pueden afectar a los niveles de glucosa y que se deben tener en cuenta al llegar a cabo estas pruebas son: infecciones, el tratamiento con algunos medicamentos entre los que se encuentran corticoides, betabloqueantes o diuréticos.

tolerancia oral a la glucosa

Glucemia: valores normales

Los resultados de glucemia fuera de la normalidad deben ser confirmados para ser considerados como síntoma de enfermedad.

valores normales glucemia

Hemoglobina glicosilada

La hemoglobina glucosilada o glicosilada (HbA 1c) es una fracción de la hemoglobina (la molécula que transporta el oxígeno en los glóbulos rojos) que refleja el valor medio de la glucemia en un periodo de semanas o meses. Permite evaluar si la glucemia estuvo o no bien controlada durante las 4-6 semanas anteriores.

Se consideran normales valores de hemoglobina glicosilada inferiores al 5,7 % del total de la hemoglobina. Por el contrario, valores por encima del 6,5 % se consideran indicativos de diabetes.

Análisis de sangre: lípidos

El perfil lipídico o niveles de lípidos en sangre también se determina a partir del análisis de sangre. En él se evalúan los niveles de:

  • Colesterol total.
  • Colesterol HDL (high density lipoprotein) o lipoproteínas de alta densidad, o “colesterol bueno”.
  • Colesterol LDL (low density lipoprotein) o lipoproteínas de baja densidad, o “colesterol malo”.
  • Triglicéridos.

El colesterol es insoluble en agua, por lo que necesita ir unido a proteínas para ir por la sangre, formando pequeñas partículas llamadas lipoproteínas. La lipoproteína HDL transporta el colesterol hacia el hígado, donde es metabolizado, mientras que la LDL transporta colesterol hacia los tejidos y facilita la acumulación de colesterol en las arterias, contribuyendo así a la aparición de aterosclerosis. Como norma general puede decirse que cuanto más elevada sea la proporción de HDL en relación con colesterol total, menor será el riesgo de enfermedad vascular.

Por otro lado, los triglicéridos son el principal tipo de grasa de los alimentos. Son transformados en ácidos grasos y, una vez en la sangre, son principalmente transportados por otro tipo de lipoproteínas, los quilomicrones. Estas partículas liberan los triglicéridos a medida que pasan por el tejido adiposo y por los músculos. El resto de triglicéridos son metabolizados en el hígado.

Colesterol alto

Se habla de hiperlipidemia cuando existe un aumento de los niveles de lípidos en sangre por encima de lo normal. Puede tratarse de hipercolesterolemia o colesterol alto, hipertrigliceridemia o triglicéridos altos o combinación de ambas.

Para los expertos el nivel ideal de colesterol en sangre para una persona sana debe estar por debajo de 200 mg/dl. En cualquier caso, debe valorarse las cifras en función de los antecedentes, de la proporción de colesterol LDL frente al colesterol HDL y de la existencia de otros factores de riesgo vascular, como hipertensión arterial, diabetes o tabaquismo. De este modo, las cifras de colesterol ligeramente superiores a ese nivel en ausencia de antecedentes de enfermedad cardiovascular o de otros factores de riesgo vascular no deben considerarse preocupantes.

Triglicéridos altos

El papel de la hipertrigliceridemia por sí sola como factor de riesgo vascular es menos conocido. El nivel ideal de triglicéridos en sangre se sitúa por debajo de 200 mg/dl, considerándose que los niveles son altos cuando sobrepasan los 400 mg/dl.

Los niveles altos de triglicéridos se relacionan con la aparición de pancreatitis.


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