Es conocido que la actividad física afecta positivamente a la salud, disminuyendo el riesgo de padecer diversidad de enfermedades. Sin embargo, existe más incertidumbre al respecto del patrón de actividad física que puede resultar más beneficioso.
En este sentido, las ocupaciones laborales y otras obligaciones impiden que muchas personas puedan realizar actividad física de forma regular distribuida a lo largo de la semana. De este modo, concentran su ejercicio de intensidad moderada-alta en uno o dos días de la semana, típicamente durante el fin de semana. Sin embargo, la idea generalizada es que distribuir la actividad física a lo largo de la semana supone un mayor beneficio para la salud, aunque no existen evidencias sólidas al respecto.
Nuevo estudio sobre salud y deporte
Por ello, se llevó a cabo un estudio dirigido por investigadores del Hospital General de Massachusetts, cuyos resultados fueron recientemente publicados en la revista Circulation.
En la investigación se analizó la información sobre 89.573 personas incluidas en el estudio prospectivo UK Biobank. Los participantes utilizaron acelerómetros de muñeca que registraron su actividad física total y el tiempo dedicado a diferentes intensidades de ejercicio durante una semana.
Los patrones de actividad física de los participantes se clasificaron como deportistas de fin de semana, deportistas con actividad regular distribuida a lo largo de la semana o personas inactivas. Se tuvo en cuanta para ello el umbral basado en pautas de 150 minutos por semana de actividad física moderada a intensa.
A partir de aquí, los investigadores analizaron las asociaciones entre los patrones de actividad física y la incidencia de 678 afecciones incluidas en 16 grupos de patologías, incluyendo la salud mental, cardiovascular, digestiva y neurológica, entre otras.
Los resultados revelaron que los patrones de actividad física de fin de semana y regulares en el tiempo se asociaron con riesgos sustancialmente menores de más de 200 enfermedades en comparación con la inactividad.
Las asociaciones más consistentes fueron para enfermedades cardiometabólicas como la hipertensión, con un riesgo 23 y 28% menor durante una mediana de 6 años con un patrón de ejercicio de fin de semana y ejercicio regular, respectivamente. De igual modo, en la diabetes se observó un riesgo un 43 y un 46% menor, respectivamente. Las asociaciones se pudieron observar en todas las categorías de enfermedades analizadas.
Conclusiones del estudio
En definitiva, el patrón de ejercicio de fin de semana se asoció con un menor riesgo de desarrollar 264 enfermedades en el futuro, mostrándose tan eficaz para reducir el riesgo como una actividad física distribuida de forma más uniforme.
Los resultados sugieren que la actividad física es beneficiosa en general para reducir el riesgo de enfermedades futuras, especialmente trastornos cardiometabólicos. Dado que los beneficios son similares para la actividad física de fin de semana en comparación con la actividad regular, es posible que sea el volumen total de la actividad y no el patrón temporal lo más determinante, según los investigadores.
De este modo, la recomendación debe ser hacer ejercicio cuando sea posible, sin importar demasiado su patrón de distribución temporal.