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Un nuevo estudio observa un riesgo aumentado de mortalidad por enfermedad cardiovascular en pacientes que sobreviven al cáncer.
Cáncer y enfermedad cardiovascular, las principales causas de muerte
Las enfermedades cardiovasculares y el cáncer son las principales causas de mortalidad, tanto en nuestro país como en el resto del mundo.
Durante 2016, en España 119.778 muertes se debieron a enfermedades cardiovasculares, mientras que, muy de cerca, 112.939 muertes fueron causadas por el cáncer.
En todo el mundo, según datos de la OMS, 17,9 millones de muertes se debieron a enfermedades cardiovasculares en 2016, lo que representa el 31,1 % de todas las muertes. En cuanto al cáncer, se produjeron 9,6 millones de muertes en 2018.
Estudio sobre riesgo cardiovascular y cáncer
Este nuevo estudio, llevado a cabo por investigadores de diferentes centros de Estados Unidos, fue publicado recientemente en la revista European Heart Journal.
Se trata del estudio más extenso y completo hasta la fecha sobre la mortalidad cardiovascular en pacientes oncológicos. En él se contemplan hasta 28 tipos de cáncer diferentes con datos recopilados durante 40 años.
En concreto, se recogieron datos de 3.234.256 pacientes con cáncer registrados entre los años 1973 y 2012. En esta muestra representativa, el 49,3 % de los pacientes murieron de cáncer o de enfermedad cardiovascular durante este período de tiempo. Los datos de mortalidad cardiovascular de los supervivientes al cáncer se compararon con la población general.
Resultados del estudio
Se calculó la tasa de mortalidad estandarizada utilizando la causa de muerte por enfermedad cardiovascular (enfermedad cardíaca, hipertensión, enfermedad cerebrovascular, aterosclerosis y aneurisma). Los análisis se ajustaron por diferentes variables como la edad, la raza y el sexo. De entre los pacientes con cáncer, 1.228.328 (el 38,0 %) murieron de alguno de los 28 tipos de tumor. Por el contrario, 365.689 pacientes (el 11,3 %) murieron de enfermedad cardiovascular, de las que el 76,3 % fueron enfermedades del corazón.
La mayoría de las muertes por enfermedad cardiovascular tienen lugar en pacientes diagnosticados con cáncer de mama, próstata o vejiga. Para pacientes con cánceres de pene, vulva, vejiga, endometrio, próstata, testículo, tiroides o linfoma de Hodgkin, existe una variación de año a año en la causa principal de muerte (cardiovascular o cáncer).
Por otro lado, el riesgo de mortalidad por enfermedad cardiovascular fue mayor en los supervivientes diagnosticados con menos de 35 años de edad. Además, el riesgo de mortalidad por enfermedad cardiovascular fue 4 veces más alto dentro del primer año después del diagnóstico de cáncer, lo que representa el riesgo más alto (riesgo estandarizado de mortalidad = 3,93, IC 95%= 3,89-3,97).
Finalmente, el riesgo de mortalidad por enfermedad cardiovascular fue más elevado después del primer año en comparación con la población general.
Causas del aumento del riesgo de mortalidad cardiovascular
En el estudio se indaga poco sobre las causas del aumento del riesgo de mortalidad en pacientes con cáncer. Se cita una posible explicación basada en los tratamientos más agresivos que suelen darse inmediatamente después del diagnóstico del cáncer. También se cita el largo periodo con un riesgo cardiovascular elevado, una vez superado el cáncer.
Atención cardiológica en los pacientes de cáncer
La atención a largo plazo relacionada con la supervivencia del cáncer es un terreno en el que las responsabilidades de los médicos de atención primaria y los especialistas (oncólogos, cardiólogos, etc.) deben estar bien definidas.
De este modo, en los médicos de atención primaria debe recaer la tarea de la prevención, mientras que los cardiólogos deben supervisar el manejo de las enfermedades cardiovasculares, una vez que aparecen.
En este contexto, se ha subestimado hasta la fecha el riesgo cardiovascular elevado al que se enfrentan los supervivientes de cáncer. Como resultado, se ha perdido la oportunidad de intervenir de manera temprana sobre este riesgo o plantear opciones terapéuticas para el cáncer menos agresivas desde el punto de vista cardiovascular.
En cuanto a la prevención, una de las estrategias más útiles y efectivas sigue siendo la modificación de los factores de riesgo cardiovascular tradicionales (alimentación, actividad física, tensión arterial, etc.).
En definitiva, en los pacientes diagnosticados de cáncer sería conveniente prestar especial atención cardiológica. Especialmente, en pacientes con cáncer de laringe y endometrio, ya que este tipo de tumores presentan un buen pronóstico, pero un riesgo relativamente alto de mortalidad por enfermedad cardiovascular, particularmente en el primer año tras el diagnóstico.
Conclusiones del estudio
Desde el momento del diagnóstico, los pacientes con cáncer presentan un riesgo más elevado de morir de enfermedad cardiovascular en comparación con la población general.
Los resultados del estudio resaltan la necesidad de una atención cardiovascular temprana y efectiva en pacientes con cáncer, lo que implica una actuación coordinada entre oncólogos, cardiólogos y médicos de atención primaria.